viernes, 30 de marzo de 2012

La democracia, ¿siempre viable?

En la actual época “p.c.” (políticamente correcta) rara vez uno se para a reflexionar sobre la viabilidad del sistema político mayoritario en Occidente: la democracia (pues parece ser ésta una acción sacrílega). Sin embargo, en la literatura de la Ciencia Política, existen no pocos autores que se cuestionan viabilidad; en especial cuando las sociedades implicadas en la cuestión son de confesión islámica.

Dada la convulsión social del momento en las sociedades de la Primavera (para muchos ya Otoño) Árabe, a continuación voy a reflexionar sobre los principales argumentos esgrimidos, tanto en contra como a favor, de la adopción de dicho sistema político en los países del comentado movimiento.

En primer lugar hay autores, como David Pryce-Jones, que manifiestan que “democracia islámica” es una contradicción terminológica. Estos aducen que la base teórica del islam es incompatible con el sistema político nacido en la Grecia Clásica. Si bien es verdad que en el Corán hay determinadas frases que, quitadas del contexto de la época, parecen contradecir los principios democráticos fundamentales (como también ocurre en la Biblia, por ejemplo, con la ley del Talión); hay que matizar que esto no implica una interpretación literal de ellas. En materia de democracia lo que importan son, más que nunca, hechos y no palabras. Y el pueblo árabe está demostrando voluntad de cambio, ya no solo en las sublevaciones sino en múltiples sondeos de opinión ( véase “Arab Spring Fails to Improve U.S. Image de Rew Research Center”).




                                               Portada de un Corán



Ya en materia de índole práctica desatacan, a día de hoy, dos democracias de tradición islámica: Indonesia y Turquía. Ambas, de historia reciente, están en el punto de mira de todos los interesados en la interacción de los factores del binomio islam-democracia. Es en los errores de funcionamiento de estas sociedades, en lo que se basan los defensores de un régimen alternativo al poder popular; amparándose principalmente en la existencia de un considerable nivel de corrupción (disponible enhttp://www.transparencia.org.es/indice%20de%20percepcion%202011/TABLA_SINT%C3%89TICA_DE_RESULTADOS_IPC_2011.pdf), o de un IDH (Índice de Desarrollo Humano) bastante mediocre. Cabe aquí decir que, aunque esto sea cierto, la relación factorial “Democracia= elevado IDH y transparencia gubernamental” NO es la excepción sino la norma. Cabe esperar, pues, que la tendencia sea a mejorar la marca de estos índices.

La “inexperiencia democrática” es, quizás, el siguiente obstáculo presentado en la argumentación contraria a la cuestión planteada. Se arguye, en esta ocasión, que se necesita de un pasado, de un terreno democrático, para cimentar sobre él. Ante esto, me cuestiono: ¿Cuál era pues la historia democrática de la Europa de la Revolución Francesa? ¿O la trayectoria de poder popular de la España anterior a la Pepa cumpleañera (que, por cierto, bien ha sabido levar sus 200 años)? La respuesta: NINGUNA. Y es que no hay que olvidar que los sistemas políticos no son innatos sino que surgen a modo de convención social.


                La promulgación de la Constitución de 1812 (Salvador Viniegra)


Errores del sistema

No lo niego: en las mencionadas democracias islámicas hay fallos (…) y graves. Desde poca transparencia en la gestión de los mandatarios a intentos de represión de las voces disidentes, pasando por conflictos nacionalistas (como el entablado entre kurdos y el gobierno turco). Sin embargo (y SIN pretensión de justificarlos): ¿qué democracia es perfecta? No sé qué opinan ustedes pero yo entiendo que la “Democracia” pura solo existe como referente inalcanzable al que se debe tender. Por lo tanto, humildemente considero que se debe trabajar para corregir y mejorar las principales debilidades de las democracias existentes; así como para fomentar la creación de otras nuevas en los países (como los ubicados al sur del Mediterráneo ) que la demandan.

Señores, el pueblo árabe tiene sed de poder popular y, desde Occidente, debemos ser el agua que ayude a germinar la democracia en esta “Primavera”. Porque, a pesar de sus errores, y como dijo Wiston Churchill, ésta “es el menos malo de los sistemas políticos”.

Muchísimas gracias

1 comentario:

  1. Los gallegos expresan sus pensamientos con paréntesis, porque tampoco quieren permanecer callados, pero por si acaso pon el paréntesis decía mi madre que era meiga...como en los tarros que vas a servir oculta la fórmula con los dedos.

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